He pensado mucho como empezar a contarles sobre mi experiencia de parto, en todo lo que coincido es en que tuve uno de los mejores partos que se pudieran imaginar. Despertamos el 1ro de agosto como de costumbre, alrededor de las 8:00 am, después de una noche un poco incomoda pero nada alarmante. Desayunamos fruta y salimos a caminar como todos los días, alrededor de las 10:30 am ya estábamos pensando en que almorzar y me sentía inapetente y somnolienta, eso sí fue raro.
A las 11:00 am, me levanté a ofrecerle café a mi marido, cuando sentí agua ¡literal!, me toque y le dije “¡amooor! ¡es momento!” el con una sonrisa nerviosa dijo que no, que aún faltaba mínimo una semana. Mi mamá y mi hermana emocionadas también empezaban a moverse para saber qué hacían y que haríamos, y yo súper tranquila les decía esto es solo el comienzo, puede ser en la noche o mañana o pasado con toda la tranquilidad del mundo.
Le avisé al Dr. Misael y a Mailen que rompí fuente e igualmente los dos súper tranquilos confirmaron que solo estábamos empezando y que estuviéramos pendientes de las contracciones Empezamos a arreglar las cosas para cuando fuera el momento, cabe mencionar no estábamos listos pues faltaba en teoría 15 días y mínimo 1 semana más, todavía fuimos a comprar fruta y cosas que nos hacían falta para cuando llegáramos a Salud Primal. Comimos en familia y alrededor de las 4:00 pm quisimos tomar una siesta que no logramos entre la emoción y tres contracciones espaciadas y muy cortitas, dos fuertes, pero nada para empezar con todo lo planeado, nos levantamos, quise seguir arreglando las cosas para irnos a la casa de parto cuando fuera el momento y me empecé a abochornar mucho.
Me metí a bañar alrededor de las 6:00 pm y ahí empezó ahora si el dolor, las contracciones empezaron en mi caso muy fuertes y muy pegadas, a las 7:15 pm ya estaba con contracciones cada 4 min por 1 min, ¡a las 9 nos revisó Dr. Misael y ya teníamos 9 de dilatación! A las 9:32 pm nació nuestra hermosa Emilia, solo con Misael en Salud Primal pues no alcanzo a llegar el equipo hasta después ya que fue muy rápido de que empezaron las contracciones a la fase de transición. Yo tenía mucha emoción por vivir toda la experiencia con mi doula Mailen, la tina, los ejercicios, la pelota, la música, los aceites, las olas le dolor vivir todo el proceso, pero no se dio, en cambio tuve un parto súper rápido, pero igual hermoso. Aun así, estamos muy agradecidos con el equipo por hacernos sentir tan cómodos y en confianza desde el primer día, Nayeli, el Dr. Misael, Diana, Ceci, Mailen, la Dra. Estefania, el Dr. Oliver. Muchísimas gracias por ayudarnos y asistirnos.
Estamos felices y agradecidos, nuestra pequeña nació como queríamos, en un parto humanizado, con toda la fuerza y el amor de mamá y papá en la sala, en la privacidad de una habitación, sin intervenciones adicionales. ¡No puedo expresar mas mi felicidad y gratitud! ¡Estamos felices!
