¡El parto de Xaibe fue la experiencia mas increíble y especial de mi vida! Fueron en total 27 horas de trabajo de parto, empecé con contracciones el miércoles 19 de febrero a las 5am (para ese momento ya estaba terminando la semana 38 de embarazo). Primero fueron muy esporádicas y distantes (10 a 15minutos entre cada una y de una duración de 40 segundos), sabíamos que iba a ser un dia largo asi que nos preparamos para pasarlo lo más tranquilos posible.
Estuvieron mis papas y la mamá de Javi todo el dia con nosotros en casa. Comimos, charlamos, descansamos, tratamos de que el tiempo pasara sin grandes ansiedades. Llegada la noche las contracciones parecieron disminuir, empece a creer que se trataba entonces de un entrenamiento del cuerpo y que quizá aun faltaban algunos días para conocer a mi bebe. Aprovechamos ese momento para comprar algunas cosas que íbamos a necesitar para llevar al parto, como fruta y sueros. Fue luego de cenar cuando las contracciones comenzaron nuevamente, ya con mas ritmo e intensidad, decidimos hablar con el ginecologo para una revision. No pasaron 10 min que ahi estabamos, en la casa de parto que elegimos para traer al mundo a Xaibe. El ginecólogo primero monitoreo a la bebe, sus latidos estaban perfectos, ella estaba bien.
Durante el día, yo podia sentirla, se habia movido conmigo casi todo el tiempo y en cada contraccion ahí estaba, desde adentro, trabajando.Tenía solo 2cm de dilatación asi que volvimos a casa, para una posible revisión en 4 horas. Ya eran las 12 de la madrugada, me sentía super cansada y las contracciones no me estaban dejando mucho tiempo, ni respiro. Puse música, bailé, respiré, cambié de posiciones todas la veces que pude y necesité, cada vez era más difícil. El dolor de pelvis se hacia muy intenso. Compresas tibias, masajes y presiones en la espalda baja fueron las caricias y abrazos de amor que recibía de Javi. Ya empezábamos a sentir la llegada de nuestra bebe, de nuestra hija.
A las 5am fuimos a la casa de parto donde me esparaba el ginecólogo. Había llegado a los 6cm de dilatación. Ya era hora de quedarse alli. Unos minutos mas tarde llegaron la doula y la médico. Ellas fueron mis grandes acompañantes físicas y emocionales, junto con Javi que no me dejó un segundo. Él estuvo ahí cada momento apoyando, sosteniendo, dando valor y confianza, siendo el compañero de mi vida.
Estuve en ese cuarto deambulando, buscando mi lugar. Comencé a entrar en un estado unico e irrepetible. Recuerdo primero querer bañarme, una ducha de agua caliente para calmar los dolores acompañada de masajes y presiones constantes. Minutos después estaba lista la tina con agua caliente. Todavía siento el agua en mi cuerpo y la sensación de placer inmediato. Fue en ese momento que comenzó el verdadero trabajo de parto, podríamos decir, el final.
Las contracciones ya eran lo suficientemente intensas y dolorosas, comenzaron las ganas de pujar, naturales. Me costó, todo parecía ir lento, quise salir corriendo, dejé de confiar en mi, creí que no iba a poder, sentí que no podía más. Pero fue ahí, en ese punto donde me atravesó el máximo dolor, desesperación y cansancio absoluto donde el cuerpo cedió, donde la cabeza perdió su lado racional y humano para dejar pasar vida, para dar vida. En ese momento nació Xaibe. Un segundo después estaba en mi brazos, estaba con nosotros y ya no nos despegamos. Nació el jueves 20 de febrero a las 8:14 am. Fue el minuto exacto en que conocimos nuestro gran amor, un amor para siempre, eterno, inconmensurable.
