La forma en que Gaia llegó

La forma en que Gaia llegó

Creo que es muy importante que como mujeres y como familias compartamos nuestra experiencia cuando hablamos de parto; es importante que prestemos atención a la forma en que llegan al mundo nuestros bebés y es por eso que me encantaría narrarles la forma en que Gaia llegó el 18 de Julio de este año.

Rompí fuente en la madrugada del 16, cuando sucedió me emocioné bastante y le dije a mi compañero que la hora había llegado y nuestra bebé pronto llegaría. Ambos sabíamos que era sólo el inicio y como no tenía contracciones regresamos a dormir y a esperar que hubiese un cambio. En la mañana le avisé al Dr. Misael y a mi doula Mailén, los dos me dijeron que estuviera atenta a cualquier contracción y así fue…pero nada. Llegó la tarde y aún nada, debo admitir que estaba un poco ansiosa y Mailén me recomendó que le escribiera una carta a mi bebé diciéndole como me sentía y que le explicara que estaba lista para recibirla cuando ella quisiera llegar; Fernando y yo fuimos a dormir tranquilos y seguros de que todo estaría bien y que tendríamos que esperar un poquito más.

A la mañana siguiente desperté sin contracciones ni molestia alguna y continuaba con pérdida de líquido en menor cantidad, Mailén me escribió preguntándome cómo habíamos amanecido y si había algún cambio; en seguida recibí un mensaje del Dr. Misael preguntando lo mismo, yo le dije que todo seguía igual entonces me dijo que ya había pasado mucho tiempo de que había roto membranas y que lo mejor era que nos viéramos en Salud Primal para ver al bebé, escuchar su frecuencia cardiaca y ver si ya estaba encajada. Al momento supe que era mejor llevarme todas las cosas que tenía preparadas para el parto, algo dentro de mi me decía que la hora se estaba acercando.

Al llegar a Salud Primal el Dr. Misael nos explicó que Gaia estaba muy bien, tenía doble vuelta de cordón pero su ritmo cardiaco estaba perfecto, el problema era que no se había encajado y aun no comenzaba labor de parto ni se veía que fuese a iniciar pronto; entonces el Dr. Misael siempre al pendiente de nuestra decisión de querer un parto lo mas respetado posible nos presento algunas opciones para que Gaia llegará con nosotros y ninguna de las dos corriera riesgos innecesarios. Recomendó que tomará una pastilla para iniciar contracciones, esta pastilla no era oxitocina sintética – que era lo que menos yo quería- era una pastilla que meramente me ayudaría a iniciar las primeras contracciones y de ahí en adelante sería labor de Gaia y mía continuar con el trabajo de parto. Debo aceptar que al inicio fue un poco decepcionante escuchar que el parto no sería en Salud Primal y que tendría que tomar esa pastilla pero como siempre Mailén me ayudó diciéndome que mi bebé ya iba a llegar y que la manera en la que lo hiciera sería perfecta siempre y cuando yo siguiera acompañándola en este viaje, Fernando estuvo a mi lado todo el tiempo, entonces fuimos a comer juntos y a celebrar que pronto llegaría nuestro bebé.

Llegamos al hospital Ixchel a las 5 pm y en ese momento me tomé la pastilla, ingresamos al cuarto y en seguida comenzamos a adaptarlo junto con la Dra. Estefanía para hacer de esa habitación un espacio nuestro. Las primeras contracciones comenzaron a las 6, eran muy ligeras y comencé a adoptar las posiciones que Estefanía y Mailén me habían recomendado.

Esa primera etapa fue de reconocimiento, mi cuerpo comenzó a transitar y a habitar esas contracciones de las que tanto había escuchado y cabe mencionar que las primeras las disfrute mucho porque sabía que el viaje comenzaba. Poco a poco fue subiendo la intensidad y entonces sí necesité de la ayuda de Fernando mi pareja para que me ayudara con masajes, con cariño y con su fortaleza, en el primer tacto vino el Dr. Misael y me dijo que llevábamos 2cm lo cual me alentó a seguir y a la vez me recordó que faltaba un largo camino para llegar a los 10cm. Entre contracciones me sentí muy protegida por todo el equipo, tomaban la frecuencia cardiaca de mi bebé para saber que todo estaba bajo control y me apoyaban emocionalmente para seguir en el viaje hacia partolandia. Cuando vino el segundo tacto yo ya estaba incomoda y recuerdo que fue un poco difícil sobrellevarlo, también recuerdo que no escuché nada sobre la dilatación y eso me puso a pensar que quizá las cosas no iban tan bien. En seguida mi pareja y el equipo de Salud Primal me comenzaron a decir que me moviera más y que hiciera la postura de cuclillas, aunque ésta fuera muy intensa. Así pasó el tiempo entre contracción y contracción y se fue haciendo cada vez más intenso. Yo sólo quería y pensaba en agua caliente y todas esas contracciones las pasé sentada en el WC del baño mientras mi pareja me daba masaje en la espalda. Recuerdo que le dije a MailÉn que ya necesitaba el agua caliente, pero ella me dijo que era importante saber cuanto tenía de dilatación antes de entrar al agua y justo llegó el doctor para hacerme un tercer tacto y en verdad creí que no lo resistiría, aproveché que no había contracción y fuimos a la cama para la revisión. Oh sorpresa me lleve cuando Misael dijo que ya tenía 7cm, entonces corrí al agua y fue un gran alivio para sobrellevar las últimas contracciones, después de un rato de estar en el agua les dije que sentía como ganas de pujar, pero aún no eran tan fuertes entonces me dijeron que sería mejor salir de la regadera para prepararnos para la siguiente fase y yo sentí que el momento de conocer a mi bebé se acercaba. Mi cuerpo me pedía resguardarme ponerme de cuclillas y en cuatro puntos de apoyo, recuerdo que me metí debajo de la cama del hospital cuando comenzó la fase expulsiva sentía que ahí estaba protegida y era el lugar correcto para que mi bebé naciera.

Recuerdo que esta fase fue difícil, pero me recordaba que estaba tan cerca de conocer a mi bebé que debía de pasar por ese último esfuerzo para hacerlo. Ni el famoso aro de fuego del que tanto me hablaron fue tan fuerte como decían, cuando sentí que su cabeza salió sentí un gran alivio y emoción, estaba lista para la última contracción y la esperé con toda la fortaleza y amor posible, cuando sentí que venía recuerdo a todos apoyándome y diciéndome que ya venía. En la última contracción salió a las 4:22 AM y asomándome por debajo de mis piernas pude ver que era una niña que era mi Gaia la que llegaba con nosotros.

En seguida la abracé y supe que había conocido el amor incondicional, en seguida la pegué a mi pecho y desde ese instante así ha sido.

El equipo de Salud Primal me ayudó a cada paso para poder transformarme como ser humano y sobretodo como madre, hay un antes y un después del parto. ¡Mujeres sigamos fortaleciéndonos como mamíferas y como mujeres ejerciendo nuestra maternidad y démosles la bienvenida a estos divinos seres de la manera más natural posible!

Gracias infinitas a Mailen, Estefanía y al Dr. Misael.

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