Creo que lo mejor que me ha pasado en la vida, ha sido encontrar Salud Primal. Cuando me embaracé por primera vez, no tenía idea de nada, ni de como quería mi parto, ni de como sería la lactancia o si la llevaría ni de todo lo que implica la maternidad, de lo único que estaba segura era que quería seguir mi instinto y fue gracias a eso que llegué a Salud Primal.
Mi parto era totalmente saludable, sin embargo mi ginecóloga, decidió que yo tendría que tener una cesarea programada, argumentando que tenía una cadera muy estrecha y el parto iba a ser muy arriesgado. Para mi manera de ver las cosas, el hecho de tener que decidir la fecha y hora de nacimiento de mi hija y no dejar que ella sola decidiera cuando sería el momento apto para nacer, fue una razón suficiente para irme en busca de alguien que tuviera ese tipo de filosofía y pues lo encontré en Salud Primal, con el Dr. Misael Ramos y todo el equipo.
Para no hacerlo muy largo, mi primera hija nació por parto humanizado en el Ex Hospital San Carlos en el 2017. Fue un parto muy doloroso pero totalmente sano sin complicaciones y en todo momento mi doula Lyn estuvo conmigo y con mi esposo, dándonos el apoyo emocional que necesitábamos. Posteriormente, la lactancia fue otro gran reto, que sin Salud Primal hubiera abandonado sin pensarlo dos veces debido a la angustia e impotencia de no saber que hacer. Pero gracias a que después de haber dado a luz me agregaron a una tribu de mamás que también acababan de tener un bebé, todo fue más fácil y llevadero. Me sentí acompañada en una ciudad como Playa en donde la mayoría estamos solos, sin familiares cerca. Esa tribu se convirtió literalmente en una familia y años después seguimos juntas creciendo a nuestros hijos y en cada diferente etapa.
En diciembre 2019 tuve a mi segundo hijo y esta vez decidimos tenerlo en Salud Primal directamente, no en un hospital. El parto fue en agua, lo cual fue maravilloso. Esta vez, a diferencia de la primera, me sentía totalmente empoderada y libre de miedos. El trabajo de parto duró tan solo 3 horas y lo viví en plena conciencia de cada dolor y cada acontecimiento. Todo esto fue posible gracias a Salud Primal, es un regalo para una mujer, encontrar un lugar así en donde la respeten, le empoderen, la preparen y luego la acompañen. Gracias a todos.
Natalie Grigoletto
